Muchos son los que piensan en el uso de los perros de sangre como algo casi exclusivo de recechos y esperas, sin tener casi en cuenta que en monterías y batidas se hieren muchas reses y que sin el concurso de estos canes, una vez acabadas las cacerías, muchas de ellas se perderían en el monte. Dentro de esta serie, tendremos la oportunidad de comprobarlo, asistiendo a rastreos con perros de sangre después de varias batidas celebradas en los cazaderos galos.