Nos desplazamos hasta esta localidad onubense, donde se dan las condiciones óptimas para la estancia del zorzal durante su periodo migratorio. Aquí, las plantaciones de olivar y naranjos ofrecen a estos pájaros el cobijo y el alimento necesarios para reponer fuerzas en su largo trayecto hacia el continente africano. Junto a un grupo de aficionados, nos situaremos en puesto fijo para abatir estas aves en una jornada en la que disfrutaremos de lances inolvidables.