Perdices en la sierra de Buñol
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Dos buenos amigos, dos buenos perros y dos jornadas de caza. La mejor combinación para saborear la esencia de la caza en mano en un territorio valenciano castigado por el fuego años atrás, pero que con buena gestión y buena guardería recupera todo su esplendor.
Los protagonistas de nuestra historia, a parte de las perdices, son Jesús y Gabriel, que poco podrían hacer sin la ayuda de “Gara” y “Lucas” una braco aleman y un drahtaar respectivamente. Se da la circunstancia que los terrenos en los que cazan sufrieron en 2012 el gran incendio de Cortes de Pallas, que afectó a gran parte del término de la Hoya de Buñol, pero afortunadamente un buen trabajo posterior de recuperación de la zona ha logrado volver a fijar las poblaciones de perdiz silvestre, según nos contará Vicente, guarda del coto.