Nos desplazamos a tierras andaluzas en los preludios de una jornada montera, donde el tiempo parecía que iba a ponerlo difícil. A pesar de ello, ni la lluvia ni el viento serán un obstáculo para que los cazadores nos regalen soberbios lances cochineros. Y es que al final del día, los jabalíes cumplirán las expectativas y el plantel será digno de recordar.