Estamos en la Toscana, en la vertiente de Grosseto del monte Amiata, un verdadero paraíso cinegético dada la presencia de numerosas especies cazables, tanto de pluma como de ungulados. El episodio se desarrolla a media montaña, es decir, a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar, justo en una zona en la que se pueden encontrar gamos, corzos, ciervos y jabalíes en el mismo entorno.
En este contexto seremos testigos de una jornada de caza entre amigos con los gamos como objetivo. Un día repleto de espléndidos ejemplares y de tiros verdaderamente memorables.