Cada vez más escasas, estas pequeñas aves migratorias adelantan su llegada a la Península Ibérica, sin haber comenzado su desveda. Por esta y otras razones las perchas de codornices de antaño son solo recuerdo, pero la emoción de su caza permanece inalterable.
La codorniz. Un ave migratoria que cada año por estas fechas visita nuestras riberas y rastrojos, pero que, desgraciadamente, ha visto disminuir sus poblaciones por múltiples razones. Quedan lejos los amaneceres y los atardeceres en los que el cazador volvía con una docena de codornices a la cintura. Ahora la mitad de eso sería un buen resultado y cantidad suficiente para ver trabajar a nuestros perros, que con la media veda recuperan la actividad y se preparan para la General.
Como cada año, desde hace tres, se celebra el campeonato de caza de codorniz al salto contra el cáncer infantil. Una iniciativa organizada por Jesús Mozo que busca recaudar fondos para luchar contra esta enfermedad y que en esta ocasión se celebró en el coto leonés de La Mata, con la participació...